domingo, 26 de julio de 2009

NYJ

Empiezo a teclear sin saber a dónde me llevarán mis dedos, sólo se que quiero hablar de ti, que tengo necesidad de escribirte, que te extraño, que extraño tus ojos miel y tu pelo lacio, tu sonrisa y tus uñas mordidas.

Ahora tú fuera no de mi vida, sí del país. Ahora hablamos entre aeropuertos y nos vemos en las breves visitas. Tu herencia es un estandar que no puedo ni quiero bajar pero al que es muy dificil llegar.

A veces fantaseo con la historia alterna, con el final feliz para siempre, contigo a mi lado todos los días. Nuestro final no existe per se, la historia sigue en un capítulo nuevo, y hoy por hoy siento que nuestro libro tendrá páginas infinitas que ahora se llenan de tinta que supera fronteras y de frases que emanan del alma.

Me enamoré de tu alma y te mostré la mía. "¿Te pongo nervioso?" me preguntaste y contra mi orgullo te conteste con un "Sí me pones nervioso" picarón. Me guiñabas el ojo en un coqueteo personal y te sonreía mientras me sonrojaba. Te veía el trasero y me atrapaste en tu mirada; nos hicimos muy cercanos en cuerpo, mente y alma. La vida se llevó tu cuerpo de aquí, pero dejaste pedazos de tu ser en mi cuerpo y en mi casa.

Ahora sé que si no es como tú no es nada, sólo prometeme que si no podemos estar juntos hay alguien más como tú en este mundo.