domingo, 3 de febrero de 2008

¿Eso qué?

Parece que después de tres años solamente me quedaron:
una frase adjudicada
tres fotos
y un regalo no entregado.

Las fotos no las veo,
el regalo lo guardé,
y la frase viene a mí
tan repentina
tan constante
tan oportuna.

Sonrío al pensarla
sonrío al decirla
sonrío al escribirla.

Te oigo decirla
con todas las inflecciones posibles.
Veo tu carita juguetona en mi mente
sonrío al pensarte así.

Quién me iba a decir
que te recordaría sobre todo y tan seguido
por una cosa tan trivial y tan profunda
tan tuya y ahora mía
a fuerza de uso y a fuerza de sonrisas.