Un enojo más, una despedida más, un teléfono que se cuelga violentamente. El viejo (por decir) Conejito de siempre que se va aún cuando no estaba. Y yo, reconozco, me siento triste adentrito. Pero sobre todo cansada, muy muy cansada de no entender -una vez más- qué nos falló esta vez.
Así pasa.
lunes, 30 de junio de 2008
De la conejita de indias
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
gracias por la cita!
Publicar un comentario